viernes, 21 de diciembre de 2012

FETO vs SISTEMA INMUNE MATERNO

Hace tiempo leí sobre algo que me llamó la atención ¿Por qué el feto no es rechazado por el sistema inmune de la madre? Es decir, ¿Porque el sistema inmune no ataca al feto, incluso cuando el ovulo del que procede no pertenece a la madre que lo gesta? Aunque es un proceso bastante complejo y que aún no está totalmente aclarado, intentaré explicar lo que parece que ocurre de una forma más o menos comprensible.

Se sabe que la madre está expuesta a antígenos fetales durante el embarazo, puesto que se detectan anticuerpos maternos contra las moléculas paternas del MHC. ¿Y qué es el MHC? El MHC (en humanos también se le llama HLA) es el denominado Complejo Principal de Histocompatibilidad. En esencia se trata de una serie de moléculas que expresan nuestras células y que ayudan al sistema inmune a distinguir entre lo que es "propio" y lo que es "extraño". Esta es la base del rechazo en los transplantes de órganos, y por eso hay que buscar individuos que sean compatibles, es decir, que tengan un juego de moléculas del MHC lo más similar posible. Estas moléculas están codificadas por genes y por tanto se heredan, pero cada individuo posee su propio juego de moléculas del MHC distinto al de otro individuo, ya que estas se expresan de forma codominante (50% materno y 50% paterno), de forma que el feto poseerá un juego de  moléculas del MHC distinto al de la madre.

Expresión de codominante de moléculas del MHC en una célula. Fuente: Wikimedia (Creative Comons)

Como hemos dicho anteriormente, el sistema inmune materno genera anticuerpos contra las moléculas de MHC paternas, por tanto, reconoce al feto como algo extraño, y se ha comprobado que cuando se colocan aloinjertos singénicos (fragmentos de tejido idénticos genotípicamente al feto) fuera del útero, son reconocidos por el sistema inmune materno y rechazados. Entonces ¿por qué el feto no se ve afectado?

Invasión del endometrio por el trofoblasto (tr.).
Se ha centrado la atencion en el lugar de implantación del feto sobre el útero materno. Cuando el ovulo es fecundado, el cigoto comienza a dividirse a medida que baja por las trompas de Falopio hasta que llega al útero en estadío de blastocisto (la capa externa del blastocisto forma el trofoblasto). Es aquí cuando se ancla a la mucosa uterina y penetra en su interior. Las células del trofoblasto son muy invasivas y penetran a través del endometrio del útero, permitiendo que se implante el blastocisto, y llegando a los vasos sanguíneos maternos desde donde se alimentará el embrión. 


Al mismo tiempo, las células del endometrio comienzan a transformarse en células poliédricas cargadas de nutrientes que reciben el nombre de células deciduales (forman la decidua). Por lo tanto, se deduce que para que la implantación tenga éxito, debe de haber una comunicación entre el trofoblasto y el endometrio.

Con el paso de los días, el trofobasto invade la decidua  y se van desarrollando conjuntamente hasta finalmente dar lugar a la placenta, que ocupa un lugar determinado dentro del sitio de implantación, y desde la cual los nutrientes y el oxígeno prodecente de la sangre llegarán al feto a través del cordón umbilical. Sabiendo esto, podemos imaginar que las células trofoblásticas (procedentes del embrión) estarán en contacto directo con la sangre materna y por tanto con células del sistema inmune materno que podrían generar una respuesta contra el feto. Pero no se desencadena tal respuesta, pese a encontrarse anticuerpos maternos contra antígenos fetales. ¿Por qué?

Aunque no está totalmente dilucidada la respuesta, voy a exponer aquí los puntos principales de lo que se conoce hasta ahora:

 - Ha de haber un cuidadoso balance entre el elevado potencial de invasión de las células del trofoblasto y tolerancia a estas por parte de la madre, ya que de no ser así, se comprometería la integridad de la madre o la del feto respectivamente. ¿Y esto como ocurre? Se ha visto que hay una serie de poblaciones de linfocitos en la interfáz entre la madre y el feto; entre ellas hay un subgrupo que parece de vital importancia para el correcto desarrollo de la decidua, los linfocitos uNK (NK uterinos). Esta población de linfocitos se encuentra específicamente en el útero (de ahí su nombre), principalmente en el lugar de implantación; y tienen unas características moleculares algo distintas a los linfocitos NK. Aparte de esta población, también se encuentran principalmente linfocitos T CD8 y macrófagos. Todas estas células inmunes están en contacto íntimo con las células del trofoblasto, con las cuales tienen interacciones que se suponen que son las que regulan el potencial invasivo de estas últimas. 

- La importancia de los linfocitos uNK recae en la producción por parte de estos de IFN-γ, una molécula que promueve el desarrollo de la decidua. Se piensa que las células deciduales participan inhibiendo las respuestas inmunitarias de los linfocitos T CD8 y los macrófagos, mediante la producción de citocinas inhibidoras de la respuesta inmune, entre ellas el TGF-β.

 - Otra idea que está tomando mayor importancia en los últimos años, es la presencia de un grupo de linfocitos T denominados linfocitos T reguladores (Treg), lo cuales están implicados en los mecanismos de tolerancia del individuo frente a antígenos externos, como por ejemplo los procedentes de los alimentos. Se piensa que algunas de las células deciduales inhibidoras pueden ser estos linfocitos Treg, ya que hay un aumento de los Treg deciduales durante el embarazo, además de que el feto contiene abundantes linfocitos Treg. Esto permitiría una tolerancia por parte de la madre hacia el feto. La diferenciación hacia linfocitos Treg  está estimulada por el TGF-β, al contrario de lo que ocurre con los linfocitos T CD8 y los macrófagos.

- También se apunta a que se produce una inhibición del sistema del complemento en la zona de implantación, aunque realmente no se han encontrado en humanos moléculas con esta acción, al contrario que en ratones.

Como podeis ver, la barrera materno-fetal, no es una mera barrera física, sino más bien una barrera de tipo funcional, en la que se produce un proceso de inhibición inmunitaria por un lado, y tolerancia del feto por otro. Aquí os he expuesto los mecanismos generales que se piensan que están implicados más directamente; aunque todavía no hay nada claro, y la situación real parece ser un poco más compleja.

Como siempre, espero que os haya gustado, y cualquier comentario, duda o aclaración serán bien recibidos.
Un saludo :) 



7 comentarios:

  1. Es increíble como somos una máquina casi perfecta ( e imperfecta a la vez). Me ha gustado mucho el post y el hecho de pensar que aun desconocemos muchas cosas de nosotros mismos.
    PD:¡FELIZ NAVIDAD!:)

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  2. Gracias! Esta ha sido la entrada que más tiempo me ha llevado,por la complejidad del tema, pero a la vez la que más me ha gustado por eso mismo; el hecho de pensar que aún nos falta mucho por conocer acerca de nosotros mismos.

    Un saludo y felices fiestas!! :)

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  3. vaya mierda de espuesta no me a dado a entender nada esos son las unicas posibles espuestas pero casi no tienen logica

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  4. Quizas las hormonas presentes HCG y progesterona las cuales tienen actividad inmunosupresora disminuyen la actividad antigenica del endometrio

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  5. explica como el lolein xd

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  6. Me encanto, se entiende facilfácil . Gracias

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  7. podrias mandarme las bibliografias de este articulo por favor

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